Educación emocional: asociando música y emociones

Como adultos, bien sabemos la relación entre música y  estados de ánimo.  En esta premisa me basé para trabajar en mi último taller.  La música ( su escucha, la voz, el canto...) puede afectar de forma agradable o desagradable nuestras emociones y es una herramienta más que podemos utilizar para generar estados de tranquilidad, felicidad y que podemos mostrar y poner a disposición de los niños ya desde bien pequeños

Y en todo caso,  utilizarla para ayudarles a identificar la emoción que les invade al escucharla. Ponerle nombre será el primer paso en su proceso de gestión emocional y desde ese lugar de reconocimiento , elegir la mejor fórmula de gestionarla en función del momento, el entorno, sus características personales, etc
Agradecimiento enorme a la sinceridad, espontaneidad y apertura de los niños que son capaces de expresar sin tapujos aquello que les sale de las tripas al escuchar el tantas veces  llamado "lenguaje de  las emociones"


Fantástico el ejercicio  que hicieron los pequeños vinculando la música a determinadas situaciones, reales o imaginarias,  dónde tras un trabajo de ir pacientemente tirando del hilo , los niños consiguen tomar consciencia de la emoción latente , del valor que hay detrás de esa escena descrita, el deseo o ilusión que evoca ..

comentaba Aya (una de las mayores) : no se como explicarlo pero al escuchar esta música me he imaginado  conduciendo un coche con las ventanas abiertas y el aire en la cara, sin pedir permiso para ir a los sitios... "¿Libertad? siiiii, me he sentido libre y feliz"

Comparto una foto creo bastante ilustrativa:

Nico se encontraba realmente en el momento presente  "¿puedo cerrar los ojos y dejarme llevar? me preguntó" ... y lo hizo, y lo acompañó entreabriendo la boca  y entregando su cuerpo a la experiencia, con un trazo que él asoció a momentos desagradables: rabia para algunos, enfado y odio para otros, momento que dio paso a  hablar de las distintas "intensidades" de las emociones.


Así, la pequeña del grupo aprendió que un enfado con mamá puede expresarse tal cual "mama, estoy enfadada contigo", expresión muy distinta a "mama te odio",  por no hablar del impacto que produce una expresión u otra en la receptora del mensaje y a su vez, la correspondiente  gestión del adulto... 

Una vez más, todo un aprendizaje